NARRATIVO

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Historias como las de:

- Jonás y la ballena

Dios llamó a Jonás un día para que fuera a predicar a la ciudad de Nínive, donde la maldad de la gente abundaba. A Jonás no le gustó nada la ide,a puesto que la ciudad de Nínive era una de las principales ciudades enemigas de Israel.
Huyó en la dirección contraria que Dios le había dicho y se subió en una barca con destino a Tarsis. En su camino, Dios desató una gran tormenta y los hombres decidieron tirarlo al mar porque pensaron que él les había traído la mala suerte. Una vez en el mar, Dios hizo que una ballena se lo tragara entero y así no se hundiera. Jonás permaneció durante tres días en el vientre de la ballena y durante este tiempo pidió perdón por su desobediencia y comenzó a adorar a Dios. Después, Dios hizo que la ballena escupiera a Jonás en las costas de Nínive.Jonás predicó por la ciudad y les advirtió que, a menos que se arrepintieran ante Dios, la ciudad sería destruida en 40 días. La gente creyó a Jonás y se arrepintieron, por lo que Dios tuvo misericordia de ellos. Sin embargo, Jonás quedó resentido puesto que el pueblo de Nínive, que era enemigo de Israel, no había sido destruido. Descansando en el desierto, Dios proveyó una planta de viñedo para que Jonás tuviera sombra durante su descanso y al día siguiente mandó larvas para que se comieran la planta, ya que Jonás seguía quejándose. Dios habló con Jonás para reprenderlo y para hacerle notar cómo él estaba enojado por una sola planta, mientras que Dios velaba por la vida de 120.000 personas que habitaban en Nínive.

Jonás deja el cuerpo de la ballena - Tintoretto
Jonás deja el cuerpo de la ballena - Tintoretto


- David y Goliat

Según el libro de Samuel, el poderoso guerrero filisteo Goliat desafiaba a los israelitas a un combate singular, pero estos, temerosos de la fuerza de Goliat, que era un gigante, no aceptaron el desafío.
David, quien era un joven pastor sin experiencia militar, se ofreció a luchar contra el filisteo. Rechazó las armas y la armadura que le ofrecieron y se enfrentó al enemigo armado de una honda. Manteniéndose a distancia, David mató a Goliat al acertarle con un proyectil en la frente. Muerto el gigante, le cortó la cabeza.

David - Bernini
David - Bernini


- Sansón y Dalila

Yahveh había castigado a los israelitas a permanecer 40 años bajo el poder de los filisteos, y estos imploraron su ayuda. Se apiadó de ellos y les envió un salvador, un hombre nazareo, engendrado de una mujer estéril, para cumplir esta misión. Le pusieron de nombre Sansón, y su poder residía en una extraordinaria fuerza que emanaba de su cabello, recogido en siete trenzas, el cual no se podía cortar.

Sansón dio múltiples muestras de su fuerza matando y despedazando a un león con sus propias manos, y matando a muchos filisteos por los que se sentía ofendido.

Más tarde, Sansón viajó a Gaza, donde se unió a una prostituta. Durante la noche, planeando tenderle una emboscada al despuntar la luz del día, los enemigos de Sansón bloquearon la puerta de la ciudad para que no escapara. A media noche, sin embargo, Sansón caminó hacia las puertas de la ciudad y las arrancó con sus propias manos. A continuación, se las echó a la espalda y se las llevó de allí, escapando así de la emboscada.
Tras salir de Gaza, Sansón se enamoró de una mujer del valle de Sorec llamada Dalila. Cuando Sansón se unió a Dalila, los príncipes de los filisteos ofrecieron a la mujer miles de siclos de plata a cambio del secreto de la fuerza del héroe. Fingiendo una gran tristeza, Dalila consiguió que Sansón confiara en ella y se sincerara. Así pues, cuando, aquella noche, Sansón se quedó dormido sobre las rodillas de Dalila, ésta ordenó a un filisteo que le cortara sus siete trenzas. Cuando Sansón se despertó, los filisteos se lanzaron contra él, y aquella vez no pudo derrotarlos, ya que había perdido su fuerza por la traición de Dalila. Los filisteos le arrancaron los ojos a Sansón y desde entonces le forzaron a dar vueltas a la piedra de un molino. Así pues, el héroe vivió encadenado como un esclavo, pero Yahveh planeaba la derrota de sus enemigos.

Cuando los príncipes filisteos se reunieron con el propósito de ofrecer sacrificios a Dagón, su dios, llevaron a Sansón al templo para burlarse de él. Encadenado entre dos gruesas columnas, Sansón soportó las risas y las burlas de los más de tres mil filisteos que acudieron al templo. Humillado así por sus enemigos, el héroe tanteó las columnas que lo flanqueaban y, dolido por la traición de Dalila, pidió a Yahveh que le diera fuerzas tan sólo una vez más. Yahveh escuchó su petición, y entonces Sansón exclamó "¡Muera yo con los filisteos!" y, derribando las columnas, hizo derrumbarse el templo sobre sus enemigos. De esta forma, Sansón llevó la muerte a incontables filisteos y liberó a su pueblo de su tiranía tal y como había dispuesto Yahveh cuando los israelitas imploraron su ayuda.


- El juicio de Salomón

CUANDO murió el rey David, padre de Salomón, este se convirtió en rey de todo Israel. Y el Señor se apareció a Salomón en un sueño y le dijo:

-Pídeme lo que quieras. Y el rey Salomón le contestó:

-Has tenido gran misericordia con tu siervo, mi padre David. Ahora me has hecho rey, y solo soy un niño pequeño; no sé cómo debo entrar o salir. Dame, por lo tanto, un corazón comprensivo para juzgar a mi pueblo y para poder discernir entre el bien y el mal.

Y este discurso complació al Señor, que dijo:

-Como me has pedido esto, y no has pedido para ti una larga vida, riquezas o la vida de tus enemigos, he obrado de acuerdo con tus palabras. Te he concedido un corazón sabio y comprensivo.

Y Salomón se despertó de su sueño.

Posteriormente acudieron a verle dos mujeres que eran rameras y las condujeron ante él. Y la primera mujer dijo:

-Oh Señor, esta mujer y yo moramos en la misma casa; y yo tuve un hijo en esa casa. Y sucedió que al tercer día del parto, esta mujer parió también. Estábamos juntas y no había ningún extraño con nosotras en el lugar. Y el hijo de esta mujer murió durante la noche. Ella se levantó a medianoche y se llevó a mi hijo de mi lado mientras dormía, y dejó a su hijo muerto sobre mi pecho. Y cuando me levanté por la mañana para dar de mamar a mi hijo, oh sorpresa, estaba muerto. Pero cuando me detuve a pensarlo bien, supe que no era mi hijo.

Y la segunda mujer dijo:

-No, el niño vivo es mi hijo, y el muerto es el tuyo. Y la primera mujer dijo:

-No, el muerto es tu hijo, y el que vive es el mío. Y así continuaron peleando delante del rey. Entonces Salomón dijo:

-Una de vosotras dice: «El que vive es mi hijo», y la otra dice: «No, es mi hijo el que vive». ¡Traedme la espada!

Y trajeron una espada ante el rey. Y Salomón dijo:

-Dividid la criatura en dos, y dadle la mitad a una, y la otra mitad a la otra.

Entonces habló la primera mujer;

-Oh Señor, ¡dadle a ella la criatura y no la matéis de ningún modo! Pues prefiero que viva aunque no lo tenga conmigo antes de que sufra algún daño. Pero la segunda mujer dijo:

-No, que no sea ni para mi ni para ti, ¡divididle! Entonces el rey dijo;

-Dad la criatura a esta primera mujer, y no lo matéis, pues ella es su madre. Y todo Israel supo del juicio que el rey había hecho, y todos le temieron, porque vieron que la sabiduría divina moraba en él.

Juicio de Salomón- Luca Giordano
Juicio de Salomón- Luca Giordano


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