ARACNE

11

Las hilanderas - Diego Velázquez
Las hilanderas - Diego Velázquez

Aracne era una artista de la aguja y el huso. Sabía tejer de todo y lo hacía con maestría inigualable. Su padre, Idmón de Colofón, le conseguía los colores e inventaba algunos nuevos para ella. El taller de Aracne era famoso en todo el país.

Le molestaba que la gente le dijera que eran los dioses quienes le inspiraban tanta maestría. Ella replicaba que su habilidad se la debía única y exclusivamente a su esfuerzo y sus incontables horas de trabajo.

La diosa Palas Atenea, musa y protectora de todas las hilanderas, estaba furiosa por la actitud orgullosa de Aracne, así que se le apareció en forma de anciana y le preguntó si se creía mejor que Palas. Aracne contestó que sí y la anciana le dijo que debería pedir perdón a la diosa. Aracne, enfadada, replicó que si Palas se sentía ofendida, que se midiera con ella. Entonces la anciana recuperó su original aspecto de diosa Palas y le dijo que respondía a su reto. Contaron con público durante su enfrentamiento, entre ellos un asustadísimo Idmón de Colofón.

Las dos iban al mismo ritmo, tejiendo cada una historias diferentes:

  • Palas tejía escenas en las que los hombres eran transformados por los dioses por haberlos desafiado u ofendido.
  • Aracne tejía escenas en las que representaba a hombres o ninfas transformados por los caprichos o la susceptibilidad de los dioses: Europa, Ío, Calisto, Acteón...

Los espectadores, con su silencio, demostraron que había vencido Aracne. Palas, iracunda, agarró las tijeras y golpeó con ellas la frente de Aracne. Esta prefería morir dignamente por su propia mano, así que enrolló uno de los hilos de su telar alrededor del cuello. Palas advirtió las miradas de todos sobre ella condenándola. Entonces Idmón de Colofón se enfrentó a la diosa reprochándole tanta violencia. Ella miró a Aracne y decidió que viviera, pero siempre colgada. La metamorfoseó en araña y así hubo de vivir siempre colgada de un hilo tejiendo sus telas sin parar. Su padre, muy entristecido, le dijo: "Nunca llegaste a pedirme que te hiciera lana transparente".

© 2018 - Unidad 1 - Literatura Universal-Celia Pollán
Creado con Webnode
¡Crea tu página web gratis! Esta página web fue creada con Webnode. Crea tu propia web gratis hoy mismo! Comenzar