Eros y Psique

Mitología

Eros y Psique - Antonio Canova
Eros y Psique - Antonio Canova

Un rey tenía tres hijas muy bellas y, la menor de ellas, Psique (que significa alma), era tan hermosa que despertó los celos de Afrodita, la cual decidió vengarse de ella. Envió a su hijo Eros para que, en forma de horrible monstruo, acabara con ella.

Las hermanas de Psique se casaron. El rey, al ver que la más bella se quedaba soltera porque ningún hombre se atrevía a amar a un ser tan perfecto, decidió ir al oráculo de Delfos. Este le dijo que debía dejarla en una roca a su suerte, porque el Destino había predicho que la joven acabaría siendo el goce un horrible monstruo.

El rey acompañó a su hija, que desconocía su futuro, a la cima de la montaña que le había señalado el oráculo y allí la dejó sola. Al llegar la noche, el dios del viento Céfiro la llevó volando hasta un maravilloso palacio dorado. Le ofrecieron vestidos de lujo, joyas y banquetes.

Llegada la noche, acudió el misterioso esposo a ejercer los deberes conyugales. Psique aún creía que era un monstruo como el que decía el oráculo. Pero ella notaba una extraña embriaguez de los sentidos, una dulzura inexplicable. No sentía una repulsión hacia su cuerpo, de hecho parecía un ser de formas proporcionadas. Al llegar la luz del alba, el esposo se fue para no ser visto.


Psique solo quería saber quién era, así que, llena de valor, una noche mientras dormían tomó un candil y contempló al ser más maravilloso de la creación: Eros. No tenía nada que ver con un monstruo. Se acercó embelesada hacia él para acariciarle, y entonces se derramó una gota ardiente sobre su hombro. Y Eros, que cuando había ido a cumplir las órdenes de su madre había quedado enamorado de ella, desapareció de su lado y, enfadado, juró que no volvería a verla nunca más.

Psique se encontró de nuevo en lo alto de la roca donde su padre la había dejado. El palacio también desapareció. Intentó suicidarse arrojándose a un río pero éste la transportó dulcemente a la orilla. Al ver que no podía morir, decidió buscar a su amado.  Afrodita perseguía sin descanso a Psique y, al encontrarla, la humilló, la torturó y la sometió a las más espantosas pruebas.

Al ver esto, Eros la perdonó y voló al Olimpo para rogar a Zeus que le dejara vivir con su amada. Al comprobar ese amor tan intenso, Zeus no tuvo más remedio que aceptarlo. Llamó a Psique y le hizo comer la ambrosía y beber del néctar en presencia de todos los dioses. Tras esto se celebró la boda. Afrodita no tuvo más remedio que aceptarlo a regañadientes y, de esta manera, quedaron unidos para siempre el Amor y el Alma.

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