ATALANTA

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Atalanta e Hipomenes - Van Herp el Viejo
Atalanta e Hipomenes - Van Herp el Viejo

Atalanta era una mujer bellísima y muy veloz, parecía que en lugar de pies tuviera alas. Muchos hombres la cortejaban para ser sus esposos pero ella no amaba a ninguno. Así, fue a ver a la Pitia (el oráculo) y le preguntó si debía elegir esposo. Ella le dijo que no debía casarse pero que, a pesar de todo, se casaría y entonces se vería privada de sí misma.

Atalanta no entendió muy bien el significado de la premonición pero sí que no debía casarse. Para desanimar a los muchos que la deseaban, desafió a los hombres que la quisieran a que se enfrentasen a ella en una carrera en el circo: si ella ganaba, ellos morirían, pero el que le ganase a ella sería su esposo.

Muchos fueron los que perdieron la vida hasta que llegó el joven Hipómenes, nieto de Neptuno. Atalanta sentía pena de que un joven tan apuesto fuera a morir pero no podía ceder.

Intentó disuadirlo pero Hipómenes estaba loco de amor por ella. Solicitó el amante la ayuda de Venus, diosa del amor, y ella, halagada de que la hubiese elegido entre todos los dioses, le concedió su ayuda.

Le entregó tres manzanas de oro que solo él podía ver y, cuando Atalanta se le adelantaba, Venus le pedía que arrojara una manzana. Entonces esa manzana también se hacía visible para Atalanta y, como era de oro, la recogía. Ya cerca de la meta Venus ordenó a Hipómenes arrojar la tercera manzana fuera de la pista y así, entre ir a recogerla y soportar el peso de las tres manzanas, que Venus incrementó, Atalanta perdió la carrera.

Esa misma noche se celebró la unión entre Hipómenes y Atalanta y ya nunca se separaron. Pero Hipómenes cometió el error de no agradecerle la ayuda a Venus de ninguna manera; pasaban cerca de su templo y no se detenían y entraron para amarse a una cueva cercana del templo que se consideraba sagrada.

En castigo, Venus metamorfoseó a Hipómenes y Atalanta mientras se amaban, convirtiéndolos en dos leones.

La profecía se había cumplido: Atalanta, con esposo, seguía viva pero privada de sí misma.

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